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En el momento de elegir, todo se complica. ¿Por qué?, ¿tan dificil es?. Si en realidad sabés lo que querés, pero tampoco querés dejar lo otro. ¿Cómo sabemos qué es lo que está mal?. No lo vamos a saber, y solo el tiempo dispone de esa respuesta. O talvez el tiempo no sea esa respuesta que esperás. ¿Y si te equivocás?. Ya no podés volver atras. Sabés que el volver implica admitir que no elegiste bien, que lo que buscabas era otra cosa. ¿Cómo mostrarte delante de esas personas que te vieron elegir tu supuesto correcto camino?, luego volver con la cabeza agachada sintiendo el fracaso, y tener que escuchar a esas personas diciendote "Yo te lo dije". No hace falta esa respuesta, ¿qué logran con desmostrarnos que ellos tenían razón? . Lo sabemos, no necesitamos de ellos. Pero después caes. Como un inútil a sus pies, pidiendoles ayuda, y exigiendoles consejos, y que no repitan esas cuatro malditas palabras que ya nadie quiere escuchar, YO TE LO DIJE.